Ancelotti toca una nueva tecla para fundir la clave de Guardiola

El regreso de Casemiro y la necesidad de ganar cambian el plan

El Real Madrid de Carlo Ancelotti se enfrenta esta noche (21.00, hora española) a un nuevo reto en la Champions League, podríamos decir uno más de esta temporada tras derribar los enormes muros que supusieron para los blancos el Paris Saint-Germain y el Chelsea, y lo hace rompiendo con el planteamiento del Etihad Stadium a través del plan que le ha venido funcionando al club blanco durante toda la fase de eliminatorias de la Liga de Campeones.

Hay que decir que en Mánchester el Madrid sufrió lo indecible y solo la brillantez de Benzema y Vinícius permitieron al club blanco estar ahora a las puertas de una nueva final de la Liga de Campeones, a un paso ciertamente asequible: ganar. Con ello, con el triunfo, el Madrid se asegura muchas papeletas para París, pero la pregunta no es esa, sino cómo pretende hacerlo. Pues bien, como decimos Carlo Ancelotti tirará del plan que le ha llevado al éxito: el 4-4-2.

En el duelo de la ida apostó el italiano por Rodrygo Goes en la derecha sobre un 4-3-3 que generó desequilibrios importantes por los costados contra la zaga merengue, que además no estuvo bien, con crecientes y multitudinarias superioridades de los centrocampistas y carrileros skyblues sobre la meta de Thibaut Courtois ¿El resultado? En 10 minutos los españoles perdían 2-0. Esta vez será diferente. Con el regreso al once de Casemiro, Ancelotti le dará el volante diestro a Fede Valverde, que verá como el Madrid se ve más compacto y liberado para cortar las subidas zurdas citizens y lanzar los contragolpes.

Este plan, en el que han venido fallando en ocasiones el brasileño y Kroos, que pasa por un periodo de dudas, se verá reforzado desde el banquillo y si es necesario por el comodín: Eduardo Camavinga; el cual, dicho sea de paso, se ha ganado un puesto en el once, uno que por ahora le niega Carletto. La otra opción, sobre todo si el City golpea al Madrid, es Rodrygo Goes, que será la apuesta a la desesperada si el plan inicial se tuerce. En definitiva, el Madrid cerrará más espacios y estará más unido que en la ida, tratando de acortar el marcador y salir victorioso de tal lance; eso sí, hay dudas en la salida de balón merengue sobre la presión inglesa, donde la ausencia de David Alaba se va a notar y el estado de Kroos, que no está en su mejor momento, debe vivir una rápida transfiguración positiva; todo un acto de fe a estas alturas de la temporada.

Como ven, el Madrid quiere sumar efectivos en el centro del campo para fundir la organización del City y así dificultar su circulación y conexión con el ataque.