¡Alarma Hazard! El belga vuelve a estar contra las cuerdas ¡Zizou tiembla!

El detalle es muy preocupante ¡Los aficionados lloran!

Todas las alarmas se han vuelto a encender en el Real Madrid y vuelven a tener el mismo origen: Eden Hazard. El belga vuelve a poner contra las cuerdas a Zinedine Zidane y al madridismo con un hecho sobre su lesión que no solo preocupa sino que hace ser al entorno madridista pesimista con el genial extremo. Para el galo no poder disponer de él es un contratiempo con el que no contaba y que condiciona su planificación.

Y es que Zizou quería tener a su disposición a Hazard no solo por su calidad individual y su peso específico en el equipo, sino por la nota que entona dentro de su once de gala, donde la conexión con su otro jugador fetiche, Karim Benzema, le resulta no solo insustituible sino casi excelsa. Uno de sus últimos acordes asombró al público español en el choque a domicilio ante el Eibar (0-3). También en la cita de Champions League frente al PSG (2-2), momento en el que se lesionó el ex del Chelsea, hicieron de las suyas. Pero eso queda muy lejos ya.

Lo cierto es que Zidane es de poco arriesgar y ve con poca esperanza el proceso de recuperación de un Hazard que va cogiendo el tono físico pero que aún no ha disputado ningún encuentro desde aquél fatídico 26 de octubre en el que su compatriota Meunier le propinó una patada que le fisuró el perimaleolar. Y a tres partidos de disputar los octavos de final de la Liga de Campeones, es para estar inquieto.

Dos semanas restan para que el Manchester City de Pep Guardiola visite el Santiago Bernabéu y con Celta de Vigo, en el coliseo blanco, y Levante, fuera, como choques de liga, la recuperación de Hazard, por lo menos a pleno rendimiento, para el partido más importante de lo que va de temporada es una incógnita. Demasiada para Zidane ya que puede decirse que por capacidad e historia, el de La Louvière es la estrella del equipo, e ir al choque crucial sin tu máximo crack, es un déficit muy grande moral y técnicamente. Cuenta atrás muy peligrosa para el jugador y el entrenador.