Al-Khelaïfi y Guardiola pagarían mañana por él 90M: Carletto y Tchouameni buscan la ruina del Madrid
Indiscutible para la mayoría, vuelve a ser sacrificado; el jugador, molesto
Ni Jude Bellingham, ni Aurelian Tchouameni, ni siquiera Antonio Rüdiger son los grandes aciertos del Real Madrid en el mercado, el más grande, por el rendimiento dado, la edad, la calidad y la diferencia de su precio actual con respecto a su precio de compra es Eduardo Camavinga, un indiscutible para la mayoría, pero al que Carlo Ancelotti castiga con asiduidad, y el jugador empieza a dejar entrever gestos de molestia.
Minutos, posición y su amigo y campeonato de selección
De los 10 partidos de liga disputados por el Real Madrid, Camavinga solo ha jugado íntegro uno de ellos, dándose además el caso de que en varios lo ha hecho como lateral izquierdo. El pasado sábado en el Sánchez Pizjuán, en uno de los duelos clave de la temporada, Ancelotti apostó por Rodrygo Goes, Tchouameni y Kroos, dejando al ex del Rennes en el banquillo, jugando al final Camavinga solo 23 minutos. Y las dudas fueron las mismas que otras veces, ¿mejoró el juego blanco? ¿Consiguió recuperar más balones la pareja de mediocampistas? ¿Dio más asistencias? ¿Superó líneas? ¿Fue más profundo el equipo con ellos? NO, lo cierto es que no. Previsible, por momentos lento y sin más ideas que lanzar a correr a Vinicius, el Madrid se ahoga en una falta de creatividad alarmante, una a la que Camavinga puede poner freno.
En verdad lo que a veces choca del trato de Carletto con Camavinga es su mayor predisposición por darle a Tchouameni un puesto en el que su amigo y compatriota le supera en casi todas las facetas de la demarcación. Camavinga es más intenso, desborda en conducción, con él circula el balón más rápido, es más agresivo en las marcas y recupera más balones, amén de que posee más calidad técnica. Es verdad que el de Cabinda puede perder más balones, pero, ¿no merece la pena el riesgo para añadir profundidad y peligro al juego blanco? Pero la incógnita también sacude a Kroos, que si bien está rindiendo a gran nivel, corta la proyección del galo. Está claro que para Carletto no es así. El italiano prefiere la seguridad, pero eso a Camavinga no le vale.
Recordemos que, a sus 20 años, Camavinga es uno de los medios más cotizados del planeta, estuvo ya en la agenda en anteriores mercados de fichajes de PSG, United o City y seguirá estándolo si algún día decide salir. No es este el caso, al menos por el momento, pero la joya de 31 millones que pasó a valer más 90 no encuentra su sitio en su tercera temporada vestido de blanco, empieza a impacientarse y Ancelotti no convence con sus motivos.