Se fue del Bernabéu con Sergio Ramos, fracasa como Casemiro y es el fichajazo que exige Harry Kane
Bombazo en el Allianz Arena con la vista puesta en enero
Old Trafford se han convertido en un hervidero de decisiones muy complicadas de entender, decisiones tomadas única y exclusivamente por Erik ten Hag, entrenador del equipo.
Futbolistas que llegaron al club con vistas a ser piezas elementales en el proyecto de los red devils han perdido mucho peso el mismo, tales como Carlos Casemiro y Raphael Varane, y si ya hicimos ayer eco del interés de varios clubs de la Saudi Pro League en fichar al centrocampista brísenlo de enero, hoy la noticia la protagoniza aquí el central francés de 30 años.
Tras una exitosa etapa de nueve temporadas en el Real Madrid, Raphael Varane decidió poner punto y final a su etapa en el Santiago Bernabéu y, aunque su adiós sí que dejó dinero en las arcas blancas, fue la despedida más importante del club junto a Sergio Ramos en 2021, aunque el tiempo ha dado la razón a la directiva blanca con el giro de 180º sufrido por el central.
Aunque comenzó su andadura en Manchester teniendo un puesto indiscutible en el equipo, Ten Hag está castigando severamente las dudas generas desde que comenzó la campaña y se puede afirmar de forma contundente que Varane es muy prescindible en el proyecto, algo que viene reflejado en su última titularidad en la Premier League, la cual se remonta al 30 de septiembre.
Todo ello ha desencadenado que Varane no esté nada seguro de seguir en Old Trafford y estas dudas se han visto incrementadas de forma exponencial en las últimas horas por el Bayern de Múnich. El equipo liderado por Harry Kane también está teniendo serias dificultades en el entramado defensivo y de ahí que el club alemán esté preparando un ataque con muchos millones de por medio para convencer al Manchester United y cerrar el fichaje del francés de 30 años, a ser posible, en enero.
Varane tiene contrato en vigor con los red devils hasta 2025, pero Ten Hag no se interpondrá a su salida siempre y cuando la oferta lo merezca (tendrá que oscilar los 40 millones) y, además, ese dinero sea reinvertido en un fichaje que sí sea de gusto del técnico neerlandés.