Nagelsmann quiere evitar otro caso Alaba: Bin Salmán, objetivo gratis
El técnico alemán no quiere hacerse a la idea de su pérdida
El mercado de fichajes invernal está a la vuelta de la esquina y el Newcastle es uno de los clubes europeos que, atendiendo a la llegada de Mohamed Bin Salmán al poder (y lo que económicamente supone) y dada la delicada situación deportiva que sufre el equipo actualmente (penúltimo clasificado de la Premier League) es uno de los clubes que más ajetreo está causando entre los colosos europeos dadas las ganas del magnate saudí de empezar a reforzar el equipo inglés con jugadores de primer rango: su último objetivo mira al Bayern Múnich, Niklas Sule.
A pesar de ser uno de los pilares del conjunto alemán en el esquema de Julian Nagelsmann, el central germano finaliza contrato el próximo 30 de junio y por el momento el cuadro muniqués no ha estrechado lazos con su representante para poder certificar una extensión de esa vinculación.
No obstante, según la información que manejamos en Don Balón, el exentrenador del Leipzig del equipo está mediando con el presidente del club, Oliver Kahn, para poder cumplir con su deseo y evitar que produzca otra salida en el mercado invernal coste cerca de un futbolista elemental en el esquema del equipo, como ocurrió con David Alaba hace algunos meses: el austriaco puso rumbo al Real Madrid gratis. Süle llegó al Allianz Arena en el año 2017 y, a pesar de que en sus primeras campañas Baviera apenas tuvo protagonismo por el excepcional nivel mostrado por el propio Alaba y por Jerome Boateng, en las dos últimas campañas se ha convertido en uno de los pilares del vestuario y en uno de los jugadores con más minutos acumulados.
Y es que no es de extrañar que este interés de Bin Salmán en poner una suculenta oferta salarial al jugador el próximo verano para convencerle de cambiar de aires haya puesto en jaque a Nagelsmann: Süle aglutina poderío físico, contundencia aérea, velocidad (a pesar de su envergadura) y una gran habilidad para jugar el balón con criterio.
Por ello, el joven técnico de 34 años está ultimando flecos para que la directiva muniquesa ponga en marcha esa renovación que eche por tierra el deseo del nuevo magnate del fútbol: golpe de efecto.