Más precoz que Youssoufa Moukoko: la joya que siguen Barça y Madrid

Una perla ha debutado todavía más joven

La irrupción de la temporada ha sido, sin lugar a dudas, la de Youssoufa Moukoko, la nueva joya del Borussia Dortmund. La lástima ha sido que no le hayamos podido ver más, en parte, por la presencia de Erling Braut Haaland, y después, por la lesión que sufrió, y que también le ha impedido estar en el Europeo sub 21. Pero ya puede presumir de haber batido varios récords, comenzando por ser el crack más joven en debutar en la Bundesliga.

Lo hizo con 16 años recién cumplidos, y después de que el club alemán consiguiera modificar la normativa, que impedía que lo hicieran antes de los 17. Y, apenas unas semanas después, se convirtió también en el futbolista más joven en ver portería, superando a Florian Wirtz, del Bayer Leverkusen, que lo había conseguido apenas unos meses antes. Pero no fue el único tanto que marcó, pues el germano-camerunés también anotó un par más.

Criado en el Sant Pauli, ya es un miembro a todos los efectos de la primera plantilla de los del Signal Iduna Park, donde no se recordaba una irrupción así desde Nuri Sahin, al que le quitó el récord de precocidad en debutar. Muchos le auguran un gran futuro, y creen que es cuestión de tiempo que se convierta en uno de los mejores del planeta. Sin ir más lejos, uno de sus grandes ídolos, Samuel Eto’o, se ha atrevido a compararle con el mismísimo Leo Messi.

Pero el protagonista de hoy no es Moukoko, si no otra joven promesa que también ha hecho historia en Europa, aunque, en su caso, en la Serie A. Y, al igual que Youssoufa, se ha colado en los planes de los mejores clubes, entre ellos, Barça y Real Madrid. Su nombre es Wisdom Amey, es del 2005, por lo que todavía ni está en edad juvenil, y pertenece al Bologna, con el que se estrenó profesionalmente hace unas semanas, pese a tener solo 15 primaveras.

Nacido en Italia, también tiene la nacionalidad togolesa, el país de origen de sus padres, y puede actuar como central o como lateral derecho.

No olviden su nombre.