El Bayern logra un imposible: Robert Lewandowski encarrila su futuro

Giro radical del polaco a los últimos rumores

El mercado veraniego finalizado hace tres semanas estuvo repleto de rumores que agitaron el entramado europeo de una forma desorbitada. Robert Lewandowski puso en alerta los mayores clubes del continente dejando entrever que no extendería su vinculación con el Bayern Múnich, pero ahora la situación ha dado un giro de guion ensordecedor y las alarmas se han encendido en esos equipos que pretendían lanzar una ofensiva definitiva el próximo verano por hacerse con sus servicios.

Según ha publicado Mirror, el delantero polaco de 33 años ha realizado unas declaraciones en las que afirma no tener necesidad de “demostrar nada en la Premier League”, competición en la que juegan varios de los clubes que han estado tanteándole el pasado verano, como el Chelsea y el Manchester City. Estos dos equipos, aparte del Real Madrid, han estado siguiendo muy de cerca la pista del jugador ante los últimos rumores que le colocaban fuera del Múnich el próximo verano para que el conjunto bávaro pueda rescatar una suculenta salida por su marcha.

No obstante, la situación ha dado un vuelco tremendo y ahora el futbolista no parece tener nada clara la idea de abandonar el Bayern, equipo donde ha militado los últimos siete años y donde ha firmado unos números a la altura de los mejores goleadores de la historia del balompié, incluyendo el récord goleador cosechado la temporada pasada en el que alcanzó las 41 dianas en la Bundesliga.

Según el propio medio inglés, el jugador es consciente de que hay clubes dispuestos a pagar una gran cantidad de millones por él (y su consecuente cifra salarial) pero ha zanjado de forma fulminante buena parte de los rumores que le situaban fuera de Múnich al finalizar esta temporada: "No tengo que demostrar mi valía en otra liga", dijo Lewandowski mientras recogía la Bota de Oro este martes en honor a la extraordinaria cifra anotador firmada en el curso precedente.

Ahora, todo parece encarrilado a una renovación cuya oficialización podría no alargarse mucho en el tiempo y que supondría un golpe tremendo para los clubes europeos, especialmente en la Premier League, que han tratado de hacerse con sus servicios el último verano.