Wembanyama se queda muy lejos de Doncic, la NBA llora su fracaso y el Barça ficha otro caso Mirotic

La llegada de Victor Wembanyama a la NBA se esperaba como el inicio de una nueva era dominada por el jugador francés. A sus 19 años muchos esperaban que nada más llegar a la liga fuera capaz de dominar los partidos a su antojo como ya hiciera Luka Doncic. Sin embargo, en su debut en la Summer League, Wembanyama ha dejado claro que todavía está muy verde como para ser la gran estrella de una franquicia y que requerirá de paciencia para llegar a ser esa leyenda que todos esperan que llegue a ser.

Primer partido, primer batacazo

El debut de Wemby ha dejado muy pocas notas positivas del francés. Sus estadísticas hablan por ellas mismas. Y es que con 9 puntos en un fatídico 2 de 13 en tiros de campo y 1 de 6 en triples, se hace evidente que el galo está muy lejos de ser la amenaza ofensiva total que prometía ser antes de llegar a la NBA.

Al finalizar el partido, Wembanyama admitió que está todavía lejos de estar a su mejor nivel y que tiene mucho trabajo por hacer: “No sabía lo que estaba haciendo en la cancha esta noche. Voy a aprender para los próximos partidos y lo importante es estar listo para la temporada”.

Pese a todo, el francés dejó detalles de gran calidad con un manejo de balón impropio de un jugador de 2,24 y con unos pases que si sigue puliendo acabarán convirtiendo a Wembanyama en un base gigante que además de anotar podrá dirigir el juego.

Ilusión y temor en ‘can Barça’

En el otro lado del charco, el Barça sigue su proceso de reconstrucción. Tras la salida de Nikola Mirotic, los blaugranas necesitan incorporar a un nuevo jugador franquicia. En este sentido, un jugador de la NBA es el perfil ideal para los de Roger Grimau, que están cerca de cerrar la incorporación de Willy Hernangómez. Sin embargo, el fichaje del español ya no depende del Barça, sino del Real Madrid, que tiene hasta el 12 de julio para igualar la oferta culé y hacerse con el jugador. Además, Willy siempre tiene la potestad de optar por fichar por el club que desee, tanto de la NBA como de Europa, siempre que el Real Madrid no quiera igualar las ofertas provenientes del viejo continente, donde cuentan con los derechos del pívot.