Traicionó a Steph Curry por 128M, acabó aplastado por los Warriors y España se ilusiona con Garuba
El regreso de Jordan Poole a San Francisco no acabó bien par él
Si hablamos de la pasada agencia libre, uno de los nombres que adquirió mayor relevancia fue el de Jordan Poole. El que fuera exterior de los Golden State Warriors llegaba al final de su contrato con grandes expectativas tanto salariales como en cuanto a su rol en el equipo, dos aspectos en los que Golden State no parecía convencido con su jugador, hecho que llevó al jugador a acabar firmando con los Wizards con un contrato de 128 millones de dólares y dejando atrás a Steph Curry y al equipo que lo drafteó.
Sin piedad en el debut de Garuba
El partido entre Warriors y Wizards llegaba cargado de polémica por el regreso de Poole a la que fue su casa durante sus primeros años en la NBA. Si embargo, a Curry, como es habitual en él, no le importó la presión ni los ojos puestos en su reencuentro con Poole, hecho que demostró con 30 puntos, 7 asistencias y 4 rebotes, todo ello con un 8 de 13 en triples y firmando una victoria que tuvo que doler en el orgullo de Jordan Poole.
La supuesta estrella de Washington acabó el partido con 25 puntos, pero con unos porcentajes negativos, que acabaron por lastrar a su equipo, lanzando un 33% en tiros de campo y apenas un 25% desde el triple. Nada nuevo bajo el sol con un jugador al que le sobra el talento, pero al que le pierde su exceso de confianza.
Por otro lado, el partido de Warriors tuvo un extra para el aficionado español, que pudo ver los primeros minutos de Usman Garuba en San Francisco. El ex del Real Madrid solamente pudo dejar una muy buena asistencia en los dos minutos que tuvo sobre el parqué del Chase Center.
Así pues, la que Jordan Poole imaginó como la venganza perfecta, ha acabado siendo un duro golpe de realidad por parte de Curry y los suyos, que con una victoria por 129 a 118 mandaron de vuelta a Washington a unos Wizards que, pese a su talento individual, como equipo dejan mucho que desear. Así lo demostró su supuesta estrella, un Jordan Poole incapaz de ejercer como el líder que pensó que era en la pasada agencia libre.