Thompson, Shai y Edwards confirman el drama de Curry y la hecatombe es posible: fuera del play-off

Ya en la temporada anterior de la NBA los Golden Sate Warriors firmaron una debacle muy dolorosa perdiendo las opciones de ganar el anillo ante Los Angeles Lakers, el gran enemigo de la franquicia, una eliminatoria que ya puso en evidencia a jugadores como Draymond Green, Andrew Wiggins, Jordan Poole o Klay Thompson, todos ellos con contratos muy privilegiados, y el motivo por el que Stephen Curry luchó ‘solo’.

No obstante, lo que parecía suponer un punto inflexión para agitar la plantilla de los Warriors el verano pasado terminó con Chris Paul como única incorporación de renombre, aunque el veterano base americano ni mucho menos está haciendo frente a las expectativas depositadas por Steve Kerr.

Todo ello, presenciándose nuevamente esa decepcionante versión de Thompson y Wiggins, y acusando las bajas de Draymond Green por sus problemas extradeportivos (especialmente en defensa), pone en jaque, sin ni siquiera alcanzar el ecuador de la temporada, la presencia de la franquicia de San Francisco en los play-off que dan derecho a pelear por el anillo.

El giro de guion que muchos presagiaron tras caer de forma estrpitosa ante los Lakers el año pasado no se está produciendo y, para más inri, Stephen Curry tiene otros dos obstáculos de mucha envergadura para asentarse en los puestos privilegiados de la Conferencia Oeste: los Minnesota Timberwolves y los Oklahoma City Thunder.

Los equipos liderados por Anthony Edwards y Shai-Gilgeous Alexander, siendo el canadiense un firme favorito a ganar el MVP de la fase regular, se han convertido en las revelaciones de la campaña y, aunque todavía restan muchos meses de temporada, se puede afirmar perfectamente que los Warriors no alcanzarán a estas franquicias en el Oeste.

A principios de campaña costaba pensar que Edwards y Shai pudieran mostrar un nivel tan óptimo como para posicionar a los suyos en los primeros puestos del Oeste, quedando reducido este elenco a otros colosos como los Lakers, los Suns o los Nuggets, los vigentes campeones, pero la realidad es más que alarmante para los Warriors.

Y es que, además de Thunder y Wolves, otras franquicias como los Houston Rockets y los Sacramento Kings están mostrando una versión que realmente puede hacer daño a los primeros clasificados del Oeste, generando así un mayor problema para Steve Kerr y Stephen Curry, quienes además no tienen soluciones a mano.