Terrible: LeBron James se enfrenta 'al mismo destino' que Kobe Bryant

La actual estrella de Los Angeles Lakers se apaga, como hiciera su predecesor, Kobe Bryant hablando siempre en términos deportivos. LeBron James, a sus 36 años, volvió a verse incapaz anoche de parar la sangría de derrotas que azotan a la Fiebre Amarilla (tres consecutivas) tras las ausencias de Dennis Schroder y Anthony Davis, y el pobre rendimiento de Marc Gasol. Pero lo más grave en la sintomatología The King es su agotamiento y como este sale a luz sobre la pista. Por eso en la franquicia angelina temen que el jugador caiga en los mismos problemas que acumuló en la recta final de su carrera el malogrado 24, que incluso llegó a romperse el tendón de Aquiles debido a la acumulación de minutos.

Precisamente esa fue la lesión que tantos otros han sufrido o sufren en la mejor liga de baloncesto del mundo. La misma zona que aleja de las canchas a La Ceja; la misma que tumbó a Kevin Durant en toda la temporada pasada e idéntica a la que ha sufrido Klay Thompson esta pretemporada. Indudablemente nadie espera que el de Akron vaya a tener justo esa lesión, pero lo que sí es cierto es que la necesidad de que se multiplique sobre el parqué por esta y otras recaídas de sus compañeros hacen que los minutos le pasen factura. Y ayer se vio: hay síntomas para estar preocupado.

Aún así, El Rey volvió a ser el mejor de los del Staples Center con 31 puntos, 13 asistencias y 9 rebotes pero apenas si pudo contener a unos Washington Wizards que son antepenúltimos en la Conferencia Este -pese a un excelso, otra vez en la pasada madrugada, Bradley Beal, con 33 dianas, y una aportación resaltable de Russell Westbrook, con otros 32 puntos-. Con El Elegido agotado, cualquier rival es mayúsculo para Lakers. Brooklyn Nets y Miami Heat fueron los otros dos verdugos de los californianos en los últimos partidos, y los angelinos ahora miran al futuro con la incertidumbre de ver a LeBron exhausto y su proyecto en horas bajas.

El 'Big Three' sigue a los suyo

Por detrás del vigente campeón en el Oeste aparecen los Phoenix Suns de Devin Booker y Chris Paul, que parece serán uno de los vecinos incómodos en tiempos de Playoff en ese lado del charco norteamericano. Ahora bien, todos los ojos de la liga se centran en el Big Three de Brooklyn, que sin Kevin Durant ha sembrado el terror entre los mejores equipos del Oeste (ha ganado a Utah Jazz, líder, y Clippers y Lakers además de a los Golden State Warriors) y afrontan el proceso final de la recuperación de Durántula -con lesión “leve, según el parte médico- a ritmo de victorias. El siguiente paso son los Sacramento Kings, decimosegundos de la tabla que saluda al Pacífico y la espectativa es la misma: una nueva ocasión de ver una exhibición de Kyrie Irving y James Harden.