Stephen Curry se dejará perder para salvarse: hay lío para evitar a Kevin Durant en Playoffs
El alero de los Suns no ha perdido ningún partido con su nuevo equipo y se postula como candidato a ganarlo todo
La llegada de Kevin Durant a los Phoenix Suns se vio como un movimiento capaz de dar un vuelco total a la realidad de la NBA. El alero es uno de los mejores jugadores del mundo y el mejor anotado de toda la competición. En este sentido, desde que los Brooklyn Nets aceptaron su salida, los Suns vieron como sus posibilidades para coronarse campeones por primera vez en su historia se multiplicaban.
El partido de esta noche ha servido para confirmar lo que muchos ya se esperaban, hay que evitar enfrentarse a los Phoenix Suns a toda costa. Ni el mejor equipo del oeste ha sido capaz de romper la racha de lo de Arizona cuando juega Kevin Durant. Los Denver Nuggets de Nikola Jokic han sucumbido a esa apisonada llamada Kevin Durant, que ha anotado 29 puntos como si no le supusiera esfuerzo alguno, una superioridad casi insultante la del alero, que ya suma 8 victorias consecutivas con su nuevo equipo.
Los Suns ya tienen grantizada la cuarta plaza en la clasificación de la Conferencia Oeste, donde nadie quiere la quinta posición, pues un enfrentamiento en primera ronda de playoffs contra un Kevin Durant en estado de gracia es un peligro que nadie quiere correr. En este sentido, la quinta plaza la ocupan los Clippers de Russell Wetbrook. Sin embargo, los Golden State Warriors de Stephen Curry tienen el mismo récord que los angelinos y no parecen tener ganas de recibir a Kevin Durant, pues ello podría suponer quedarse fuera de la competición demasiado pronto.
Un choque entre Durant y Curry sería de lo más atractivo para el espectador y veríamos por fin el regreso de KD a la que fue su casa durante 3 exitosos años, donde se haría con 2 anillos de la NBA formando el mejor equipo que este deporte jamás ha visto.
Así pues, Kevin Durant ha hecho saltar todas las alarmas en la Conferencia Oeste, donde no hay nadie que quiera ver a unos Phoenix Suns que no saben qué es la derrota cuando su gran estrella está encima del parqué, un peligro que nadie en la NBA quiere enfrentar.