Sorpresón: Irving se arrepiente, Durant alucina y LeBron se queda solo

Una de las mayores operaciones de la historia puede verse frustrada

Lo que parecía ser el mayor bombazo en tiempos de la NBA con una gigante operación a varias bandas empieza a difuminarse. Kyrie Irving, con cuya salida de los Brooklyn Nets se ha rumoreado durante varios días metiendo en el paquete también a Kevin Durant y a Russel Westbrook, parece que está dando marcha atrás y que su intención de cambiar de aires ya no es tan firme como parecía hace no mucho.

Eso es lo que cuentan en el New York Post. Dice el diario norteamericano que Kyrie Irving, después de ejecutar su ‘option player’ por la que renueva de manera automática por una temporada más con Brooklyn, quiere quedarse en esta ciudad y cumplir el año de contrato que le resta por delante. El que sí está en la rampa de salida es su íntimo amigo Kevin Durant, pero ante esta situación se asoció de forma automática que Irving también se marcharía y los rumores fueron alimentándose. 

Ahora las últimas informaciones dicen que Irving no ha llegado a pedir ninguna salida pese a que han sido varios los equipos que han tocado a su puerta ante los constantes dimes y diretes sobre una posible salida. Esto no ha sentado del todo bien en Los Ángeles ya que los Lakers eran el principal equipo que se había postulado para acoger al que ha sido siete veces All-Star de la NBA. Los angelinos soñaban con juntar a Irving con LeBron James y hacer un equipo de ensueño para poder volver a competir de tú a tú en la pelea por el anillo ante equipos tan potentes como los Warriors de Stephen Curry. Sin embargo, parece que en el Staples van a tener que esperar sentados porque la opción se está desvaneciendo de forma disparatada.

Se llegó a hablar de realizar un intercambio también con Russell Westbrook de por medio. El de Los Ángeles se marcharía a jugar a Brooklyn mientras que Irving emprendería el camino contrario, pero ahora Westbrook se vuelve a ver de nuevo en medio de una operación que él no ha forzado y que se esfuma. Parece el último capítulo del culebrón, pero nadie descarta que se vuelva a reactivar.