Sorprendente final para Ben Simmons y Stephen Curry sube otro nivel

El jugador de Philadelphia 76ers puede tener equipo hasta el final de temporada y los Warriors se reinventan

Posiblemente la pelea por ser el mejor equipo de la NBA no vaya a cambiar demasiado de aquí al final de temporada y, en condiciones normales y salvo sorpresa de Los Angeles Lakers, Memphis Grizzlies o Utah Jazz, Phoenix Suns y Golden State Warriors están llamados a disputar la final de la Conferencia Oeste; al menos por lo visto hasta la fecha sería lo más justo. Ayer, sin ir más lejos, hubo un síntoma más de esta dinámica: los Suns acabaron con los Nets aunque la noticia fueron los de Steve Kerr y Stephen Curry, que subieron otro nivel en su competitividad ante San Antonio Spurs.

Vaya por delante que el enfrentamiento ante los tejanos les llegaba a los californianos poco tiempo después de haber ganado a Houston Rockets, por lo que el triunfo en el AT&T Center (120-124) es ya de por sí meritorio, pero para Curry es algo más que eso, porque los Warriors vencieron a los Spurs, en cancha rival, sin sus cuatro principales estrellas: el mismo Steph, Klay Thompson, Andrew Wiggins y Draymond Green. 

Moses Moody (20), Kevon Looney (12), Damion Lee (21), Jordan Poole (31) y Jonathan Kuminga (19) se bastaron para tirar por tierra el trabajo de Dejounte Murray (27) y Keldon Johnson (21), lo que lleva a la franquicia de San Francisco a un estadio de madurez muy importante, en el que el equipo funciona y se retroalimenta cuando una de las piezas fundamentales falla o no está. En la misma línea de la idea apuntada en el incio queda el resultado del otro favorito del Oeste, unos Suns acabaron con los Nets (121-11) dominando el choque desde el primer cuarto y aunque los neoyorquinos tuvieran en sus filas a James Harden y Kyrie Irving; como ven, hoy por hoy, más si cabe ante la ausencia de Kevin Durant, los de Monty Williams son más equipo que los de Steve Nash.


El culebrón Simmons, ¿llega a su fin?

Y dejando a un lado por un momento la competición hemos de hablar una vez más de Ben Simmons y su futuro, que esta vez podría tener destino fijado durante lo que resta de temporada, para sorpresa de los aficionados de los Sixers. Y es que tal y como informa en ESPN Ramona Shelburne, club y jugador estarían ya por la labor de dejar ir la temporada sin grandes movimientos para tratar de hacer confluir el deseo de Phila, que no es otro que James Harden, con la venta de Fresh Prince, algo que no sucedería hasta el final de la actual campaña. Palo duro para las ambiciones de Joel Embiid.