Lillard brilla y confirma los peores presagios para LeBron y Davis
La estrella de los Blazers cuajó una actuación memorable ante Los Angeles Lakers
La temporada de la NBA arrancó la semana pasada y ya son varias conclusiones de primera magnitud las que se pueden extraer tras lo visionado en los primeros compromisos. Si los Golden State Warriors están mostrándose de nuevo intratables, Los Angeles Lakers están volviendo a ser una de las grandes decepciones de la liga.
El equipo liderado por LeBron James y Anthony Davis no ha ganado ninguno de los tres partidos disputados en las últimas semanas y los Portland Trail Blazers han sido los últimos en confirmar los peores presagios para la franquicia californiana, especialmente gracias a la actuación de Damian Lillard, quien terminó el partido con 41 puntos anotados en su casillero personal: el equipo dirigido por Darvin Ham no tiene idea de juego y, para colmo de males, sus estrellas no están haciendo frente a las expectativas depositadas.
Solamente LeBron James estuvo a la altura de las circunstancias la temporada pasada (30 puntos de media anotados), una temporada en la que Anthony Davis apenas tuvo protagonismo por culpa de sus reiteradas lesiones y en la que Russell Westbrook apenas resultó servicial para el equipo. Con la recuperación del pívot, muchos esperaban que la dinámica tan dubitativa de los Lakers cambiara de forma radical, pero ni mucho menos está dándose así.
El equipo sigue manifestando innumerables carencias tanto defensivas como ofensivas en las que solo las actuaciones brillantes de sus estrellas parecen ser la solución. Es decir, que si LeBron James y Anthony Davis no están todo lo acertados que sus compañeros esperan, las posibilidades de lograr resultados positivos son prácticamente nulas, algo que se ha podido comprobar perfectamente en los tres encuentros disputados ante los Warriors, los Clippers y, en la noche de ayer, ante los Blazers de Lillard.
Westbrook, muy señalado
Es más, aunque ni LeBron ni Davis han cuajado actuaciones excelsas en este compromiso, lo de Westbrook está siendo un despropósito continuo. Más allá de que su aportación esté siendo muy pobre, el jugador decidió permanecer en el equipo privando a la franquicia de realizar una incorporación de primer nivel que sí pudiera ser satisfactoria en el plano deportivo.