LeBron James tiene dos problemas de futuro y uno es Stephen Curry

Los Angeles Lakers se meten en serios apuros y no carburan

La nueva derrota de los Angeles Lakers ha dejado a los californianos justo en el borde del precipicio, lugar al que le han enviado sus malos resultados y unos Dallas Mavericks y Portland Trail Blazers que han sabido creer en la posibilidad de tumbar al gigante angelino, al menos en este primer envite del ingreso directo a Playoff. Y es que la caída de los del Staples Center ante Toronto Raptors deja a LeBron James (que ya lleva dos partidos con su equipo; seis acumula Anthony Davis) y compañía en puestos de Play-in, donde un par de partidos malos pueden resultar fatales.

Es cierto que aún queda regular season por delante y la cosa está muy igualada entre el quinto (Dallas) y el séptimo puesto (Lakers) del Oeste -ya que de hecho están empatados a victorias y derrotas (36V 28D)- pero las sensaciones no son las mejores para los de Frank Vogel, y el paso en falso del Play-in, de llegar, donde los equipos implicados se la juegan en uno o dos partidos, es un trago amargo y peligroso que conlleva aceptar el susurro del fracaso; un adjetivo ajustado por la inversión realizada y el equipo conformado en Los Ángeles.

¿Y quién puede ser el adversario de LeBron en un hipotético emparejamiento antes de las rondas finales? Pues, Memphis Grizzlies, Golden State Warriors o San Anatonio Spurs, que ahora son octavo, noveno y décimo, respectivamente. Indudablemente los Lakers son, sobre el papel, superiores a estas tres franquicias, pero la inspiración de un Stephen Curry estelar en este último tramo de temporada o el oficio Spur pueden llevar al KO a los Lakers, que ahora no parecen el equipo más fiable.

Sabíamos que a The King le iba a costar llegar a su mejor nivel, pero ya no hay mucho margen de probaturas y la reacción de la Fiebre Amarilla debe llegar en estos últimos ocho partidos, donde tendrán rivales como Denver Nuggets, Los Angeles Clippers, Portland Trail Blazers o Phoenix Suns, si no quieren jugársela a una carta contra el impredecible y genial Stephen Curry o el mismo Gregg Popovich, los cuales, a diferencia de LeBron, ya saben desde hace tiempo que su vida en Playoff pasa por esa eliminatoria previa del KO. Arde la Conferencia Oeste.