Las claves de la Final de la NBA entre Boston Celtics y los Warriors
Todo hace indicar que esta final será una de las más igualadas de los últimos tiempos, por lo que es muy probable que haya que llegar al séptimo partido para conocer al ganador
El 2 de junio comenzará una nueva edición de la final de la mejor liga de baloncesto del mundo, la NBA. Boston Celtics y Golden State Warriors se verán las caras en una final muy importante para los dos, para unos por ser el regreso a competir por el título después de una década y para otros por continuar con el dominio actual que tienen de la liga.
Los Warriors buscarán su séptimo anillo de campeón, en la que será su sexta final en ocho años. Por otro lado, los Celtics son uno de los equipos más laureados de la NBA con 17 títulos, pero la franquicia no alcanzaba una final desde el año 2010, cuando perdieron con los Lakers.
Esta será la segunda vez que Boston y Golden se enfrenten en una final. La primera vez tuvo lugar en 1964, cuando los Celtics vencieron cuatro partidos a uno a los por entonces llamados San Francisco Warriors.
Cuales pueden ser claves de la final:
La efectividad con el tiro de tres y la alta anotación
Todo el mundo conoce la precisión de Stephen Curry desde la línea de tres, siendo el mayor triplista de la historia de la NBA. Pese a esto, las estadísticas reflejan que ambos equipos están muy igualados en este aspecto. Mientras que Golden State tiene un 37,9% de acierto, Boston encesta un 36.5% por partidos. Datos muy parejos que hacen pensar que este apartado podrá marcar el devenir de la final.
Además ambas franquicias son muy anotadoras, lo que hace prever que la mayoría de partidos de la final se irán por encima de los 105 puntos por equipo. Durante la temporada los Warriors promediaron 114,5 puntos por partido, mientras que los Celtics anotaron 107,8 por encuentro.
Las defensas pueden marcar los partidos
A pesar de que hemos hablado de la capacidad anotadora de ambos equipos, la defensa será vital en las aspiraciones de ambas franquicias de hacerse con el título. Boston parte con la ventaja de tener a Marcus Smart, elegido Mejor Defensor del Año de la NBA esta temporada. Ambos equipos promedian además buenas estadísticas en el apartado reboteador, una muestra de la agresividad de los dos a la hora de defender. Los Celtics cogen una media de 34 rebotes por partido, mientras que los warriors capturan 34,9 por encuentro.
Todo hace indicar que esta final será una de las más igualadas de los últimos tiempos, por lo que es muy probable que haya que llegar al séptimo partido para conocer al ganador de la NBA de la temporada 2021/22.