La NBA ‘a palos’ con Lillard y James Harden por sus traspasos: aviso para Antetokounmpo y Doncic

Al comisionado de la liga no le gustan las peticiones de traspaso de sus estrellas

El mercado de traspasos de la NBA cuenta con dos nombres principales, se trata de James Harden y Damian Llillard, que se han hartado de jugar en sus actuales equipos y han hecho públicamente una petición de traspaso. Algo que no ha gustado nada a la liga, que, a través de su comisionado, Adam Silver ha mostrado su contrariedad a las recientes tendencias de los jugadores.

Cumplir contrato, premisa clave

El principal argumento por parte de Silver para estar en contra de lo que han hecho Lillard y Harden es el tema contractual, ya que desde la NBA buscan la máxima seriedad en el cumplimiento de los acuerdos entre franquicia y jugador: “En términos de demandar un traspaso, por supuesto, no me gusta. Como liga, queremos que jugadores y equipos cumplan sus contratos”. Aseguró Silver en una conferencia de prensa posterior a la Junta de Gobernadores de Nueva York.

La realidad es que en los últimos años ha sido cada vez más habitual que los jugadores estrella ganen poder sobre sus traspasos, decidiendo no solamente si quieren o no salir del equipo, sino también cuál quieren que sea el destino amenazando a los demás interesados con negarse a jugar si deciden traspasar por ellos, algo que va en contra del espíritu de la NBA y su búsqueda de la igualdad mediante los contratos.

Y es que, tanto Harden como Lillard lo han hecho todo, desde pedir el traspaso a decidir quién quieren que les fiche y quién no, rompiendo las capacidades de negociación de sus actuales equipos, pues se ven forzados a hablar con un número limitado de equipos.

Doncic y Antetokounmpo, avisados

Tanto el griego como el esloveno están molestos con la situación de sus equipos y se huelen un futuro no muy exitoso. En el caso de Giannis, ya ha avisado que, o los Bucks le dan un equipo para ganar o se irá, amenazando, o bien con un traspaso o saliendo en agencia libre, siendo la segunda opción la que quiere la NBA.

Por su parte, Doncic deberá armarse de paciencia si no quiere pedir un traspaso, ya que su contrato acaba en 2026, con una opción de jugador para uno más. Un periodo muy largo de aguantar si no va a poder competir por el anillo y con la posibilidad, también, de pedir un traspaso antes de vencer el contrato.