Kevin Durant, Harden ¿y el fichaje que acerca el Anillo?: Terror NBA

Brookyn Nets volverá a ser uno de los equipos protagonistas esta campaña

El training-camp está acaparando todas las miradas estos días ya que muchos equipos están dejando entrever sus posibilidades de éxito -o fracaso- de cara a la nueva temporada de la NBA y los Nets, comandados por James Harden, Kevin Durant y Kyrie Irving, vuelven a ser uno de los platos fuertes en el curso que arrancará oficialmente en 12 días. Es cierto que el Big-Three de Nueva York dejó unas sensaciones algo exiguas la campaña pasada ya que en el tramo decisivo, cuando los Nets estaban luchando por el Anillo, los tres jugadores no pudieron coincidir a su mejor nivel físico y competitivo sobre la chancha, algo que delegó casi todo el protagonismo en el escolta washingtoniano.

Por ello, y por las malas sensaciones mostrados en algunos tramos del curso pasado, Steve Nash ha visto la necesidad de reforzar su equipo en los últimos meses y, gracias a ese deseo, Patty Mills ha podio recalar en Brooklyn. El base australiano fue uno de los jugadores más destacados en los últimos Juego Olímpicos de Tokio y, a pesar de no ganar la medalla de oro -pero sí el bronce-, el ex de los Spurs brilló de forma excepcional al mando de su selección. 

Ahora, en las filas de una de las franquicias más potentes de la NBA, Mills es serio candidato a ganar el premio a Sexto Hombre del Año, pero la competencia que tiene para ello es de primer calibre: junto al australiano, Dennis Schröder (Boston Celtics), Derrick Rose (New York Knicks), Goran Dragic (Toronto Raptors), Coby White (Chicago Bulls), Tyler Herro (Miami Heat) y Jordan Clarkson (Utah Jazz), vigente ganador del premio, quieren tumbar su deseo.

En lo que atañe a Brooklyn Nets, si a Durant le faltaron socios de lujo cuando Harden e Irving no estuvieron a disposición del equipo en los momentos clave de la campaña, ahora Mills puede ser uno de los jugadores que, aunque lo haga con un rol secundario, refuerce la parcela ofensiva del equipo con la facilidad anotadora que el australiano ha manifestado a lo largo de su carrera y, con más énfasis, en el último evento olímpico, donde promedió más de 20 puntos por partido.

Desde luego que es imposible tener más motivación hoy en día en Brooklyn…